Nos dirigimos a Split, de nuevo cogiendo el ferry hacia Orebic, conducción hasta Trpanj y desde allí, otro ferry hasta Ploce. De esta manera, evitamos pasar la frontera con Bosnia donde dicen que se forman colas de horas, como no lo vimos, no lo podemos confirmar, pero de esta manera el viaje es más entretenido, en Trpanj tuvimos tiempo de ir a dar un paseo por el puerto y ver a la gente como se bañaba y los barcos amarrados. Además, así los niños no se agobian con tanto coche. En pleno verano hay que llegar con tiempo para asegurarte embarcar, porque si no cabe el coche, te quedas en tierra. Decir que el ferry de Trpanj hacia Ploce tiene hasta wifi y es muy moderno, los lavabos muy limpios y todo en general muy nuevo.
Como comimos en el barco comida que llevábamos, nada más desembarcar, ya fuimos directos destino Split.
Cuando llegamos a Split, fuimos directos al alojamiento, allí aparcamos en el parking y una vez duchados nos fuimos a dar una vuelta por el Palacio Diocleciano y por el puerto. La verdad es que puedes estar horas y horas callejeando por allí, es muy bonito, la verdad es que una de las ciudades que más nos ha gustado y consideramos indispensable una parada en la ruta. También hay bastante turismo, pero no hay aglomeraciones. Hay muchísimos restaurantes y muchas heladerías donde vale la pena hacer una parada para comer un helado artesano por poco menos de un euro.
|
Split |
|
Split |
|
Split |
- Día 8: Split – Zadar – Rakovica
Desde Split nuestro destino era la zona de los Lagos Plitvice, pero como era pronto y nos cogía de camino, hicimos una parada en Zadar para aprovechar y comer y desde allí seguir nuestro camino hacia los lagos. Zadar es una ciudad bonita, para nuestro gusto, tiene menos cosas para ver, pero tampoco podemos dar una opinión muy fiable, porque llegamos a pleno sol y tampoco se podía estar paseando mucho. Comimos en
Konoba Bonaca, y la verdad es que comimos muy bien, nos trataron muy bien y, sorpresa la nuestra, tenían hasta tronas para los peques.
Por la tarde, después de la visita a Zadar, fuimos camino de Rakovica, donde nos alojaríamos en una cabaña en la montaña. Fue el alojamiento con más encanto, rodeados de prado para poder correr, entre montañas, el problema es que no estaba muy bien equipado, pero para alojarse una noche, es más que suficiente.
|
Zadar |
|
Racovika |
|
Racovika |
- Día 9: Rakovica – Plitvice – Bale
La mañana la dedicamos a visitar el parque de los Lagos Plitvice, qué decir, si en foto ya es espectacular, in situ, una pasada. Lo malo, lo mismo que en Dubrovnik que hay descarga de autocares a saco, por suerte, al estar alojados a lado, fuimos bien pronto, así que a pesar de tener a un grupo de japoneses rodeándonos, una vez les adelantamos, pudimos hacer una ruta bastante tranquilos. Hicimos una ruta sencilla circular, fuimos caminando hasta el barquito que cruza por los lagos, luego cogimos otro que te acerca a la parada del trenecito y con el trenecito nos acercamos ya a un camino que nos llevaría de nuevo a la entrada. La mejor entrada es la del parking número 1, es la que tiene vistas más espectaculares y también la más concurrida, porque la gente lo sabe, por lo que es conveniente ir pronto para poder aparcar sin problemas. Al salir, vimos que había una cola kilométrica para entrar, por suerte, lo de que los peques nos levanten a las siete de la mañana, en los viajes nos es muy útil para estas cosas.
Fuimos camino de Bale en Istria, haciendo una parada en el camino para comer. Cogimos una carretera de curvas tremenda, creo que por error del gps, si hubiese que hacer de nuevo esta ruta, valdría más la pena revisar la ruta propuesta.
Llegamos a Bale por la tarde y una vez alojados, fuimos a dar una vuelta por el pueblo. Es un pueblo muy bonito al que vale la pena dedicar una horita para callejear o tomar algo.
|
Lagos Plitvice |
|
Lagos Plitvice |
|
Lagos Plitvice |
- Día 10: Bale – Pula – Rovinj – Bale
El décimo día lo dedicamos a visitar Pula y Rovinj, también en la península de Istria. Pula, además del anfiteatro, tiene algún punto más de interés con restos romanos, pero personalmente a mi me defraudó bastante, es una ciudad con mucho coche y mi percepción fue de ciudad sucia. Si tuviese que sacrificar alguna visita, sin duda sería la visita a Pula. Por la tarde, aunque pensábamos que nos nos daría tiempo, fuimos a visitar Rovinj y gracias a esta visita se me quitó la desilusión de Pula. Rovinj es uno de los pueblos más bonitos que hemos visitado, aunque hay también muchos turistas, se puede visitar tranquilamente. La parte antigua es preciosa y pudimos subir (con carrito y todo, aunque esto fue un poco dificultoso) hasta la parte más alta donde está Santa Eufemia para ver la caída del sol. En resumen, Rovinj muy muy recomendable, Pula se puede omitir.
|
Pula |
|
Pula |
|
Pula |
|
Rovinj |
|
Rovinj |
|
Rovinj |
|
Subida a Santa Eufemia (Rovinj) |
|
Puesta de sol en Rovinj |
- Día 11: Bale – Predjama – Postojna
Dejamos Croacia, con pena de no haber podido ir a ninguna playa de la península de Ístria, pero Eslovenia nos esperaba y de ahí nuestra vuelta a casa. Llegar a Eslovenia desde Croacia es un momento y nosotros, como íbamos en contra dirección de la gente que empezaba vacaciones y se dirigían a las playas de Croacia, no tuvimos que esperar nada en la frontera y pasar fue un momento. Nuestro destino era Predjama, al haber pasado tan rápido la frontera, decidimos adelantar la visita del Castillo y así al día siguiente visitar las Cuevas de Postojna y emprender nuestra vuelta a casa. Llegamos justo a la hora de comer y fuimos a un sitio que recomendaba tripadvisor en la zona que se llama
Bar na Prepihu que si bien no tiene una carta extensa, lo que hacen (bocadillos, hamburguesas y salchichas) está muy bueno y con el plus de que es al aire libre y con unos columpios al lado donde pueden jugar los peques tranquilamente mientras los papis acaban de tomar el café.
Cuando acabamos de comer ya nos dirigimos al castillo, al lado hay un parking gratuito y no encontramos ningún problema para aparcar, al menos a mediodía, cuando llegamos nosotros. La verdad es que el castillo es una pasada, construido en la roca de la montaña impresiona nada más verlo por fuera. Por dentro, han recreado algunas estancias, pero es entretenido visitarlo y a los peques les gustó mucho. Al peque G, como aún no controla 100% lo de subir y bajar escaleras con agilidad, le llevamos en la mochila, porque sino, aún estaríamos allí intentando subir al primer piso.
Una vez acabada la visita, ya nos dirigimos al hotel donde dormiríamos en Postojna. Este alojamiento no tenía cocina, por lo que tuvimos que ir a cenar en un local de Postojna, la
Pizzeria Minutka, que aunque se llame así, no sólo tienen pizza, sino que tienen una gran variedad de platos. Las ensaladas son gigantescas, tanto, que si pides una, con eso ya cenas… yo no lo sabía y me tuvieron que ayudar a acabar el segundo plato. Después de cenar, a dormir, para levantarnos pronto y ser los primeros en visitar la Cueva de Postojna.
|
Castillo de Predjama |
|
Castillo de Predjama |
|
Castillo de Predjama |
- Día 12: Postojna – Bérgamo
Como teníamos intención, nos levantamos prontito y nos fuimos a visitar la cueva de Postojna, las mejores horas para visitarla son a primera hora o a mediodía, nos dijeron que sino las colas son eternas y la verdad es que con niños, mejor evitar crisis por estar aburridos haciendo cola. No hay tour en español, así que lo hicimos en inglés. El precio es bastante caro y a esto hay que sumarle el parking, que también es de los más caros que pagamos. Pero sólo por ver la cara de G y C subidos al tren que te lleva a la profundidad de la cueva, valió la pena. De hecho, a mi lo que más me gustó también fue el paseo en tren.
Emprendemos nuestro viaje de vuelta, y el primer destino donde haríamos una parada técnica sería Bérgamo. Bérgamo fue la grata sorpresa del viaje, tuvimos la suerte de podernos alojar en una casa típica en la Città Alta, que es la parte más bonita de la ciudad y sin duda, valió la pena la parada. Pudimos pasear por el barrio y la verdad es que nos quedamos con las ganas de quedarnos un poco más. Había algún turista perdido, pero muy pocos, debían estar todos en Dubrovnik, Bérgamo es una ciudad superrecomendable para una escapada de fin de semana y ya lo tenemos en nuestra lista de destinos de escapada.
|
Cueva de Postojna |
|
Bérgamo |
|
Bérgamo |
- Día 13: Bérgamo – Annecy – Valence
Este sería el día más pesado, muchos kilómetros, pero la intención era llegar a Francia para comer (que casi nos quedamos sin comer por llegar a las dos) y visitar Annecy antes de hacer noche en Valence. La visita a Annecy fue providencial para que los peques se desfogasen un poco y corriesen por el parque que hay al lado del lago, los pobres habían estado muchas horas sentados en el coche y ya se veían agobiados, pero fue correr un poco y volver a su ser. Lo de parar en Annecy fue por capricho mio, me hacía ilusión ver el Palais de l’Isle y hacerme una foto allí, con la mala suerte que cuando fuimos había un andamio adosado a él… pero bueno, la foto ya está hecha, lo he visto y puedo tacharlo de mis destinos pendientes. Está bien para dar un paseo, pero poco más, hay mucho turista y está todo bastante explotado, lo que le hace perder parte del encanto.
Después de la visita a Annecy, ya nos fuimos directos a Valence, a un hotel de los típicos que se encuentran cerca de las autopistas de Francia y la verdad es que estuvimos muy bien para nuestra segunda parada técnica.
|
Annecy |
|
Annecy |
- Día 14: Valence – Orange – Barcelona
Último día, también tenía otro capricho de visita aprovechando la ruta y era ver el teatro romano de Orange, así que fuimos directos de Valence a Orange a hacer la visita. En Orange vale mucho la pena, al menos en verano, aparcar en el parking subterráneo en vez de en el descubierto que hay al lado del teatro, porque está bien de precio y evitas que el coche esté a pleno sol.
El teatro es espectacular, está muy bien cuidado y actualmente aún hacen uso de él, de hecho tenía decorado para una serie de operas que representan en verano. La entrada incluye audioguía en español. Aquí también utilizamos la mochila con G para hacer la visita, ya que con todas las escaleras que hay, le veíamos rodando, como cada vez que le dejamos suelto y hay escaleras…
Vistado el teatro, cogimos el coche y ahora sí, cogimos la directa hacia casa… La verdad es que cuando pasas de ciertos días fuera, también se añora la casa propia, lo que no se añora tanto es volver a trabajar 😦
|
Teatro de Orange |
ALOJAMIENTOS
- Civitavecchia: Country Cottage
- Dubrovnik:Apartments Miljkovic
- Lumbarda (Korcula): Villa Hela
- Split:Apartment Toncic
- Rakovica (Plitvice): Apartment Iko
- Bale (Ístria): Apartments Piutti
- Postojna:Sweet Dreams Rooms and Apartments Postojna
- Bérgamo: Crisalide
- Valence: Ace Hotel Valence
Deja un comentario